Por: Raquel Rodriguez Higuera
Un día de octubre medio tenebroso, llego Clemente muy temprano y trabajoso
Después de tanto esfuerzo su estomago apetitoso, le pidió a gritos un desayuno sabroso
Pero Clemente ya regañado por Evangelina a su estomago dejo esperar un rato
Después de tanto trabajo y trabajo se aventó unos ricos tacos
Pero al caerle mal los tacos tuvo que comer un rico meloncito.
Mientras supervisaba a los alumnos por facebook e investigando lo que hicieron
De pronto llega la calaca y sin dejarlo decir algo le dice vámonos a lo oscurito
Clemente asustado por tal proposición dio un brinco y a lo oscurito la siguió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario